Rodrigo Bravo es diseñador industrial y fundador de Bravo!, una oficina de diseño que se preocupa por el desarrollo de mobiliario, objetos y proyectos que se basan en la simpleza y en la nobleza de los elementos.
Rodrigo es un obsesivo coleccionista de vinilos. Se especializa en fetiches, relativos a sus bandas favoritas como Guided by Voices, Melvins o J. Mascis de Dinosaur Jr. "Me preocupo de tener los discos de los que considero que son mis héroes", cuenta.
De pequeño siempre se interesó en las relaciones que hay en cada banda y sus discos: "Mis viejos me pasaban un par de lucas para salir, pero siempre llegaba a la casa con un disco nuevo. Mientras lo escuchaba, leía desde el titulo hasta la última palabra de agradecimientos, viendo quién salía nombrado y quién era el productor, quién estuvo mezclando, que otros músicos estuvieron metidos dentro de la sesión y así hacer la relación musical", comenta. "El vinilo es un material que queda en el tiempo, que es durable que tiene esa trascendencia que quizás no tiene el MP3, el casete, u otro soporte que son más desechables, confirma Rodrigo