Tras una despedida muy cariñosa de todos los colegas y amigos de la radio, salí rumbo al aeropuerto con el estado de ánimo y la adrenalina bastante arriba. Para un viaje como este necesitaba ese soporte tangible de un equipo de personas que se la han jugado porque toda esta gran tarea que nos hemos propuesto salga lo mejor posible. La odisea espacial comienza en Eliodoro Yáñez 1783 un lunes por la tarde y termina un jueves al mediodía con una carpa ya instalada en pleno corazón de Glastonbury.
Pero para que toda esa programación se cumpla debemos pasar varios escenarios:
4 aeropuertos. SCL, Ezeiza, Barajas y Gatwick (incluyendo un horrible delay de 4 horas en Madrid, sin info de la gente de Easyjet y pasándose la pelota entre ellos y el staff del aeropuerto). Luego el last train to London a las 2:30am del miércoles (UK time) hasta la estación London Victoria, pasando a oscuras por la Battersea de los Pink Floyd en Animals (la del chancho volando), luego el bus rojo de dos pisos numero 138 hasta New Cross Gate. Luego un segundo bus hasta el depto de mis amigos en Deptford Bridge. Ya es madrugada londinense de miércoles y me había olvidado que acá amanecía a las 3 am en verano.
Reviso el equipaje y todo viene en perfecto estado, en Chile es medianoche y es buena idea reportarme con el equipo de la radio y con la familia.
Se hizo tan corto el vuelo transoceánico y los pasos por Buenos Aires y Madrid que tampoco hay tiempo para jetlag ni siestas reponedoras, la adrenalina con la cual salí de los estudios de la radio en Providencia hace 15 horas aun me acompaña.
DIARIOS
“No olvides empacar tus wellies”, “Truenos, relámpagos, barro”, “Ten cuidado con las tormentas, lleva tus wellies”… Con esos titulares me encuentro. Esta todo pasando en el gran festival, será otro gran fin de semana de mucho lodo. Los pronósticos dicen que en 3 días va a llover lo que normalmente cae en 2 semanas. Se esperan 2,5 cms de agua con el riesgo de tener fuertes lluvias en algún momento, especialmente el viernes en la tarde. Los organizadores del festival, en todo caso, han anunciado que ya tienen listos los tractores y maquinaria pesada para ayudar a los conductores que queden hundidos en el barro. Esto último a mi no me importa porque seré yo mismo quien tendrá que arreglárselas solito cuando tenga que caminar por la granja con ese par de “wellies” que en un rato mas voy a comprar.
Otro titular presenta una nota a Lars Ulrich, el baterista de Metallica. “Podemos ser una banda de metal… pero los fans de Glasto son únicos” en alusión a quienes les ha parecido que Metallica no es una banda para tener en Glastonbury. Pero ellos se defienden diciendo que el rapero Jay Z sufrió un rechazo similar antes de tocar en el mismo festival hace 6 años atrás, siendo finalmente un gran éxito que le tapo la boca a todo el mundo. “No veo por qué a Metallica no le puede pasar lo mismo” dice Ulrich. “Creo que mucha gente ve al hard-rock como algo inferior o de la clase baja, y creen que la gente que escucha hard-rock es menos educada. Además hemos tocado en todos los países del mundo en festivales iguales a este y nunca hemos tenido ningún problema. Pero entendemos además que tras haber tocado en Reading y Leeds tantas veces, Glastonbury es una institución británica diferente”.
Se viene la lluvia entonces, y ese sol que pega fuerte desde las 4 de la mañana no vale nada. Se viene Metallica, y los detractores se hundirán en el barro. Y a mí? Me vino el jetlag.
