Mi rincón favorito es el backstage del escenario The Park, todos los backstages tienen bares pero este tiene mucha onda. Muchos músicos llegan ahí, y en la lluvia del 2011 todos buscamos cobijarnos al ritmo de The Walkmen quienes estaban tocando a 100 metros de ahí mientras nosotros arrasábamos el bar. De pronto los ex Supergrass compartiendo un sillón con Nigel Godrich y terminando sus vasos para correr al John Peel Stage a ver el show de The Horrors. Mas allá el bajista de I Am Kloot que apenas se mantiene en pie tratando de ir al baño.
Veníamos todos aun comentando lo bien que sonaron los Radiohead que llegaban al escenario The Park como banda sorpresa y presentando oficialmente The King Of Limbs. De pronto un tipo grandote sentado junto a mi me pregunta si el flaco de la gorra sentado en el sillón es el hijo de Paul McCartney, cual? - ese! – No, ese es Danny Goffey, el batero de Supergrass. Me rio y comenzamos a hablar, grandote estaba con un brazo herido, se había caído al bajar del escenario y se había lastimado el brazo. Al bajar del escenario? – Sí, soy el bajista de Dylan Le Blanc.
FUERA DE CAMPO
En el 2010 y 2011 instale mi carpa más o menos en el mismo lugar, con desconfianza cerca de un punto de seguridad, una casa rodante amarilla, y junto a cientos de otras carpas en un sitio conocido como Hospitality. Una reservación con forma de pequeño pero bien equipado parque. Mejores duchas, baños y restoranes que los que hay para el público que no va a Glastonbury a cumplir alguna misión. No hay olor a caca ni mucho ruido. Bueno ruido si, las 24 horas y por todos lados, pero no es algo insoportable. El pasto mojado y la humedad del aire obligan a dormir bien abrigado y envuelto, ojala con el desayuno ya comprado para no tener que caminar a primera hora de la mañana a hacer alguna indeseada fila.
La internet vuela en la sala de prensa, los lockers y el café son gratis. Esa Press Tent queda justo detrás de los escenarios Pyramid Stage y The Other Stage, está rodeada de casas rodantes y junto a una especie de plaza con muchos restoranes, pubs y bares muy top. Todo desarmable. Es un lugar reservado para prensa y staff. Tiene rápidos accesos a las principales avenidas que atraviesan Glastonbury y permite además encontrarse de repente con personajes de la farándula local y mundial. Por ahí muy temprano en la mañana me toco ver una vez al Príncipe Harry, y al año siguiente me tope cara a cara con Emma Watson y Gwyneth Paltrow.
MISTICA
Glastonbury se convierte en el centro del universo por casi una semana entera, sin importar mucho que haya o no mundial de fútbol porque a la selección de los 3 leones les ha ido pésimo y a la gente parece no importarle mucho.
Acá la música y el ambiente que crea la música son lo que más importa, la conexión con la naturaleza y la tierra mística de los Druidas que en esta misma región han dejado sus huellas más tangibles (Stonehenge está a una hora de Glastonbury) alimentan esa leyenda que hoy ha convertido este evento en lo que es: un encuentro espiritual y de conexión del ser humano con la tierra. Tal como lo experimento Damon Albarn en el 2009. Glastonbury es vibra, es un ser vivo, un monstruo de tantas cabezas como escenarios, un momentáneo lapso de felicidad absoluta detenido en el tiempo.
