A inicios de este mes, Kliph Scurlock, ex baterista de The Flaming Lips, envió una carta al sitio Pitchfork, diciendo que fue expulsado de la banda después de criticar a la cantante, amiga de Coyne e hija de la gobernadora de Oklahoma, Christina Fallin, por usar un penacho.
Básicamente Scurlock, cuenta en esta carta que su despido se debió a su actitud confrontacional respecto a la foto "racista" de Fallin. Luego de una serie de mensajes de texto que detalla en el texto, el baterista fue despedido e insultado por Coyne.
Ante esta situación, Wayne no se quedó callado, y dijo en una entrevista con la revista Rolling Stone que Scurlock tiene una tendencia a mentir y que tiene muchos problemas por su actitud inmadura: "Lo único que tenemos para decir respecto a la salida de Kliph, es que no era tan significante para nosotros", asegura.
Además, en este artículo apuntan que Scurlock sería reemplazado por Clive Deamer, quien ha trabajado con Portishead y Radiohead.