Por Isidora Urzúa
Cuando hicimos el concurso para viajar a Miami, asistir al concierto de Taylor Swift en el American Airlaines Arena y participar en el Meet & Greet, la idea era llevar a un fan que se pusiera full la camiseta con su cantante favorita.
Pero la promoción nos tocó justo en medio del Lollapalooza 2013, así que hubo muy poco tiempo para pensar en una forma de selección que fuera efectiva, y lo único que hicimos fue un formulario. De ahí, llegado el momento, leeríamos a quienes más participaran y entregaran razones conmovedoras.
Mientras eso sucedía en la página de Rock & Pop, en mi feed de Twitter una niña todos los días me mandaba un Meme distinto con fotos de Taylor Swift. Todos los días. Como este por ejemplo:
Y entre tanto Lollapalooza, yo esperaba el momento en que @Ampilovesyou me mandara el Meme para ver qué se le había ocurrido esta vez. Hasta que un día mandó un video de youtube. Era sábado santo. Así que cuando lo vi, se lo mandé al equipo de la radio y unánime todos lo decidimos: Amparo Paredes iría a Miami a conocer a Taylor Swift.
Este es un resumen de lo que hicimos:
Nos conocimos en el aeropuerto, al frente de Sky, donde estaba yo con mi pololo y ella con su tío y sus primas. La primera vez que hablamos en persona fue para irnos a Miami, escala en Buenos Aires. Llegamos allá a las 7 de la mañana, hicimos 3 horas entre policía internacional y esperar al transfer. De ahí llegamos al hotel, comimos caleta de desayuno, nos fuimos a nuestras habitaciones bacanes, nos duchamos y salimos a comprar. Volvimos a las 9 de la noche a ver el Rey León, o no, Lion King porque estábamos en USA. Al día siguiente nos levantamos a las 7 de la mañana para ir a la Radio Caracol donde hicimos Mi Mañana Rock & Pop desde allá. De ahí caminamos 1 hora para llegar a un Barne & Nobles donde almorzamos y tenían puesto el disco entero de Taylor Swift, asi que no pude hablarle mucho porque ella cantaba.
Este es un resumen de lo que sentimos:
La Amparo es fanática de Taylor Swift, así que al principio yo le preguntaba cosas sobre ella, y sobre por qué le gustaba tanto. No me daba nunca respuestas muy claras en verdad, y a veces le entraba una mini vergüenza por estar tan emocionada por conocerla. Menos mal que en el avión dieron Amanecer Parte 2, de la Saga Crepúsculo, y yo, a pesar de ser la tercera vez que la veía, lloré con todo, así que desde ese momento en adelante a ninguna de las dos nos dio vergüenza tener fanatismos extremos, porque nos dimos cuenta de que nos parecíamos harto en ese sentido.
Conversar con la Amparo, que tiene 19 (yo voy para los 26), durante tantas horas, combatiendo el cansancio del viaje, y con un evento tan emocionante entre las manos, hizo que los tres días se empaparan de una vibra intensa. Si ella lloraba de emoción, yo lloraba de emoción. Y eso que no me gusta Taylor Swift (no me gustaba, ahora estoy bajando los discos). Toda esa sensación de anticipación yo la tenía igual que ella, sólo que no lo mostraba tanto porque o si no podíamos explotar juntas o transformarnos en Supersaiyajin (algo que para la Amparo no significa nada porque nunca vio Dragon Ball).
Lo que quiero decir con todo esto, es que en nuestro pequeño pero inolvidable viaje a Miami, aprendí más de la Amparo que en un año entero de Universidad.
Aprendí por ejemplo que: 
No, mentira. Pero sí aprendí que poner el corazón entero en algo es magia verdadera. Aprendí que los objetos alrededor tuyo son regalos cotidianos del Universo, como una canción en una tienda o una revista con la entrevista que querías leer. Aprendí que comunicar de manera efectiva no implica twittear al menos una vez por hora, sino que explicarle a alguien por qué sientes lo que sientes, haces lo que haces, y luchas por lo que luchas.
Oficialmente la Amparo es una de mis personas favoritas de este mundo, y la conozco desde hace menos de una semana. Y nunca voy a olvidar este viaje, lo emocionante que ella lo hizo para mi, y que Miami es uno de los lugares del mundo donde sientes que no estás en ninguna parte.
Vía: https://oa-ua.cl/