Son pocas las canciones que cuentan una historia con tanta claridad como “La Soledad” de la italiana Laura Pausini. Es cosa de leer la primera línea de su primera estrofa: “Marco se ha marchado para no volver”. Ahora, tú probablemente, más que una reseña, estarás esperando que demos una explicación de por qué una balada natural de una cantante que desde los 8 participaba en el Festival de San Remo apareció programada en la Rock & Pop. Pues porque era insostenible. Porque fue como un aluvión incontrolable que todo el mundo cantaba de memoria. Porque era una canción tan absurdamente torpe que la podías tomar en serio o en broma. Y en el invierno de 1994 eso fue como que se saliera el Mapocho y arrasara con todo. Laura tenía entonces 20 años. Al día de hoy ha vendido más de 70 millones de discos.