Qué cuerpo, qué voz, qué mujer, qué actitud. Qué oh-oh/oh-hó. “Crazy in Love” es pop en estado puro, sublime, universal. Puede que Shakira te mueva las caderas, pero Beyoncé te remece el alma. Esta construcción perfecta, con aparición estelar de Jay-Z, sacude incluso al rockero más patitieso. Un tema sexy, cachondo, espectacular. Simplemente ningún recuento de los últimos 20 años puede ignorar esta cumbre. Si el amor es un partido de alto riesgo, esta fiera es la líder de su barra brava con percusión tribal y efectos espaciales. Un canto a la vida, como diría el gran Julio Martínez. Los que vieron su concierto en Chile saben de lo que hablamos.