Resulta que los amigos de Corea del Sur sienten vergüenza de algo bien particular a la hora de hacer un evento tan grande como un matrimonio. “No tenemos suficientes invitados a nuestra boda, y vamos a quedar mal delante de todo el mundo”, dice una pareja en una entrevista a El País.
Si, tal cual. Mientras en algunos casos buscas hacer el casorio más íntimo, allá quieren demostrar que todo el mundo los fue a ver. Pasa que les avergüenza su escasa vida social, y por lo mismo contratan a los figurantes: amigos falsos que llenan el lugar.
Este es un servicio que existe hace años y ahora ha aumentado, y todo se explica por el carácter hipercompetitivo de la sociedad surcoreana. ¿No será mejor dejar de lado la pega y hacer amigos nuevos? Saldría mejor que andar inventando situaciones.
A nuestros amigos, les dedicamos una canción: